El sentido del humor es un factor indispensable para la convivencia diaria. El buen humor puede compararse a la pizca de sal que necesita todo plato. Aunque existan problemas y desaciertos, la vida tiene muchas cosas maravillosas. La risa puede convertirse en una terapia muy poderosa. Y si quieres reír, los famosos y clásicos chistes mamá mamá son justo lo que necesitas.
En estos tiempos difíciles, sácales una sonrisa a tus seres queridos. Además, con estos chistes puedes superar el aburrimiento fácilmente. Incluso, puedes hacerle una buena broma a tu mamá, con estos divertidos chistes. Esta es una de las categorías de chistes más buscadas y utilizadas por los humoristas y las personas en general.
Tú también puedes ser muy divertido y contar con un repertorio de chistes ocurrentes. A continuación, encontrarás los mejores chistes para animar las reuniones familiares. Cuando haya momentos tensos en casa, puedes utilizar uno de estos chistes y alegrar el día. Olvídate de los problemas y relájate con estos chistes diseñados para que la pases bien cada día.
Insomnio crónico
– Mamá Mamá… no puedo dormir.
– Pues cuando te metas en una hipoteca, hija, lo vas a pegar más nunca ni un ojo.
Mentiroso mentiroso
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman mentiroso!
– ¡Cállate hijo, si tu no vas al colegio!
Jabón Ariel
-¡Mamá!, ¡mamá!, en el colegio me dicen: “jabón en polvo”
– No te preocupes, Ariel.
El Chapulín Colorado
– ¡Mamá, mamá! ¡En la escuela me dicen el Chapulín Colorado!
– ¡Lo sospeché desde un principio!
Sherlock Holmes
– Mamá, Mamá, en la escuela me dicen Sherlock Holmes.
– ¿Quién hijo?
– Cállate, yo hago las preguntas.
Feo
– Mamá, mamá… ¡En el colegio me dicen feo!
– No les hagas caso hijito, regrésate a tu jaula.
El grosero
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman grosero!
– Tú déjalos y cómete la sopa…
– La sopa, la sopa… ¡La polla me vas a comer!
El niño Shampoo
– ¡Mamá, mamá!, en el colegio me llaman Shampoo
– Ay ya, Johnson, no más lágrimas.
Fideos gusanos
Mamá Mamá, ¿los fideos se arrastran?
No, mi hijo.
Vaya pues he vuelto a comer gusanos.
La culpa
– Mamá, mamá… ¿Por qué te casaste con papá?
– Por tu culpa, hija. Por tu culpa…
Fosforescente
– Mamá, mamá, ¿La abuela es fosforescente?
– No hijo, ¿Por qué?
– Entonces, se está electrocutando.
Loco de remate
– Mamá, mamá… En la escuela me dicen que estoy loco.
– ¿Quién hijo, quién? – Las ardillas mamá, ¡esas malditas ardillas!
El niño vaca
– ¡Mamá, mamá! ¡En el colegio me llaman hijo de vaca!
– ¡Muuurmuraciones, hijo, muuuurmuraciones!
Que rica paella
Le dice un niño a su madre:
– Mamá, mamá, qué rica está la paella.
Y su madre le contesta:
– Pues repite, hijo.
Y dice el hijo:
– Mamá, mamá, qué rica está la paella.
Lógica
– Mamá Mamá, no me esperes para cenar.
– ¿Y eso por qué Jaimito?
– Porque ya estoy aquí.
Coincidencia
– Mamá, mamá… ¿En qué día nací yo?
– El 16 de enero hijo.
– ¡Qué coincidencia mamá! Nací el mismo día de mi cumpleaños.
Zumo de Tomate
– Mamá, mamá, no me gusta este zumo de tomate.
– Calla y tómatelo antes de que coagule.
Duros cuernos
– Mamá, mamá… Papá se quiere tirar por el balcón.
– Dile a tu padre que lo que le he puesto son cuernos no alas.
El cabezón
– ¡Mamá, mamá! ¡Me pica la cabeza!
– ¿En qué kilómetro?
Pato
– ¡Mamá, mamá en el cole me dicen pato!
– Cua-cua-cua-cualquiera se da cuenta, hijo.
El dientón
– ¡Mamá mamá, en la escuela me dicen dientón!
– Ay, mi hijo siéntate que me rallas el piso.
Windows
– ¡Mamá, mamá! En el colegio me llaman Windows Vista.
– Cállate hijo y ve a tu cuarto a hacer algo útil.