Para los amantes del suspenso, miedo y hechos sobrenaturales, las leyendas de terror son elementos imperdibles. Este tipo de narración incluye elementos fantásticos que te pondrán los pelos de puntas. Son leyendas originales y muy reconocidas por personas de distintas partes del mundo. Tienen como esencia hechos sobrenaturales que en ocasiones se han hecho virales.
Con estas leyendas puedes sentir todo el misterio y revelar todos tus miedos más ocultos. Es una forma muy interesante y peculiar de compartir y exteriorizar tus miedos y sensaciones profundas. Conoce los aspectos culturales únicos, contados con la pizca de misterio que necesitas. Son perfectos para esas noches ocurrentes con tus amigos.
No te pierdas estas leyendas de terror preparadas para quitarte el sueño. Si eres aficionado a esta temática, disfrutarás la selección que se presenta a continuación. Son las leyendas clásicas que tienes que conocer y relatar a otros para conservar la tradición. Tienen los sucesos más aterradores, espectaculares y populares del mundo de las leyendas.
Las brujas de Praga
Las Brujas de Praga forman parte de una leyenda de terror entre los pobladores de la República Checa y cuenta la leyenda que las brujas celebran su Sabbat en la cima de las montañas, en la cual se abre la tierra y estas ofrecen sus tesoros. De hecho, los antiguos eslavos les tenían miedo y se protegían con una hostia, y como para algunos esta protección no era suficiente, optaban por un ritual que consistía en prender una fogata y quemarlas hasta eliminarlas.
Ante la creencia en las Brujas de Praga, los checos realizan una fiesta el 30 de abril en la tradicional noche de la quema de brujas. Se dice que este día andan las brujas por las cimas de las montañas, por lo que todo el país hace un festejo y prenden hogueras en las que queman brujas de trapo y paja para demostrar que no les tienen miedo. Esta velada se le conoce como la noche de San Felipe y de Santiago.
La realidad es que la leyenda de las brujas de Praga se remonta a los siglos XVI y XVII con la Inquisición, particularmente en una ciudad llamada Velké Losiny. Se dice que entre 1678 y 1696 tuvo lugar aquí la mayor cacería de brujas con un inquisidor de nombre Boblig. Y dicen que muchas de sus víctimas, después de muertas, realizaban actos aterradores.
Candyman
Candyman, la película basada en el relato de Clive Barker sobre un asesino que cometió una serie de crímenes en un barrio de Chicago, sigue siendo un potente relato de horror de la venganza emprendida por un artista negro asesinado en la década de 1890 por tener una relación con una mujer blanca.
Si bien no es probable que puedas invocarlo diciendo su nombre varias veces en un espejo, la idea de un asesino sí se basa en la realidad. Pues en 1987, el Chicago Reader publicó una historia sobre Ruth McCoy, quien realizó una llamada desesperada al 911 insistiendo en que estaba siendo atacada en su apartamento.
Los oficiales que llegaron al lugar de los hechos la encontraron muerta a causa de una herida de bala. Los investigadores determinaron que sus asaltantes habían logrado acceder a su domicilio a través de la pared de conexión con el apartamento contiguo.
Los vampiros de Celákovice
En la República Checa, a solo 25 kilómetros de Praga se encuentra Celákovice. En esta pequeña ciudad amurallada descubrieron en 1997 un cementerio con tumbas de vampiros. Hoy se les conoce como los Vampiros de Celákovice y es una leyenda que ha tomado fuerza porque estas tumbas podrían ser una prueba de que los vampiros sí existieron.
En 1997 un arqueólogo de nombre Jaroslav Spacek descubrió un cementerio exclusivo de vampiros. Lo que encontró Spacek fueron catorce tumbas con personas enterradas acusadas de vampirismo. Los esqueletos tenían crucifijos en sus ataúdes, estaban amarrados boca abajo y a algunos les habían cortado la cabeza.
La leyenda de Bloody Mary
Si alguna vez has entrado al baño, has encendido y apagado las luces y has recitado “Bloody Mary, Bloody Mary, Bloody Mary” -tres veces- frente al espejo y realmente pensaste que habías visto a la niña Mary como un cadáver cubierto de sangre, no te preocupes, lo más probable es que estuvieras alucinando.
Básicamente es lo que aparentemente puede suceder cuando te miras al espejo durante mucho tiempo. Mary es, según la leyenda, el espíritu de una niña muerta que acabó suicidándose después de que le cortaran su larga melena y no soportara verse “fea”. En España, suele recibir el nombre de Verónica.
El novio asesinado
La historia cuenta que una joven y su novio conducían a casa una noche en la oscuridad por un camino rural tranquilo cuando el vehículo se quedó sin gasolina. El único teléfono que poseían estaba en casa de sus padres. El novio se dio cuenta que solo podían hacer una cosa: caminar para encontrar ayuda.
Preocupado por la seguridad de su novia, le dijo que se quedara en el coche y lo esperara. Se aseguró de que las puertas estaban cerradas. La novia esperó, y esperó, pero su novio no regresó. Justo cuando estaba a punto de salir e ir tras él, vio una figura en la ventanilla del conductor. Con un suspiro de alivio, se dio la vuelta, y comenzó a sonreír para darle la bienvenida a su novio.
Sin embargo, en lugar de este, un extraño estaba de pie junto a la ventana, mirándolo fijamente. La mujer gritó, aunque se sintió aliviada al ver que las puertas del coche estaban cerradas. Lentamente, el hombre se acercó y comenzó a levantar la mano.
La joven pensó que iba a usar un martillo para romper el cristal, pero, desafortunadamente para ella, fue mucho peor. El hombre alzó la cabeza decapitada de su novio. Gritó, se cubrió los ojos y volvió a revisar las puertas del coche, que afortunadamente seguían cerradas. Sin embargo… el extraño levantó la otra mano… e hizo sonar las llaves del coche.
Jack el Destripador
Sin duda una de las leyendas de terror más famosas de todo el mundo es la de Jack el Destripador. Es una historia real pero que tiene cierto aire de misticismo pues el caso sí existió, pero jamás se ha sabido la identidad del asesino.
En 1888, el distrito de Whitechapel era uno de los barrios más pobres. Calles lúgubres, bares mugrosos y diversos burdeles con mujeres cuya única forma de supervivencia era la prostitución. Este barrio fue el elegido por el asesino en serie más temido de la historia, Jack El Destripador.
Solo fueron cinco asesinatos, pero las escenas eran tan espantosas que era inimaginable que un ser humano cometiera ese tipo de crímenes. La primera víctima de Jack El Destripador fue localizada el 31 de agosto de 1888, su nombre era Ane Mare Nichols de oficio prostituta, le había seccionado la tráquea y el esófago con un arma blanca. Además, tenía las vísceras esparcidas en el cuerpo.
Las otras cuatro víctimas también eran prostitutas. Su segunda víctima fue Annie Chapman, sus intestinos estaban a un lado del cuerpo sobre su hombro derecho, y una parte de su estómago se encontraba junto al hombro izquierdo. La sangre esparcida por todo el cuerpo era inconcebible.
En un solo día, Jack El Destripador cometió otros dos asesinatos. Esto fue el 30 de septiembre de 1888 y sus víctimas también eran prostitutas. Elizabeth Stride, la primera de ellas, fue encontrada con una sola herida que atravesaba el cuello de lado a lado. Se cree que fue interrumpido mientras la degollaba porque no se había ensañado tanto.
La segunda al parecer fue asesinada media hora después, su nombre era Catherine Eddowes, y en esta ocasión sí se ensañó porque la degolló, le mutiló la cara, le arrancó la nariz y tenía una herida que iba desde la vagina hasta el esternón, además le extrajo un riñón.
Su último crimen fue el peor de todos. Es uno de los asesinos más temibles de la historia. Además, recientemente en abril de 2018 fue subastada una carta que se cree fue escrita por el asesino y vendida en 30,000 USD.
Cropsey
Hay historias como esta en casi todas las partes del mundo: un hombre misterioso que se esconde en la oscuridad y secuestra niños. Algunos padres usan estos cuentos para evitar que sus hijos se comporten mal y se escapen. Desafortunadamente, la leyenda de Cropsey en Staten Island tiene base de verdad.
La historia cuenta que un paciente que escapó de un asilo mental con un gancho se escondió en la abandonada Escuela Estatal de Willowbrook esperando a que los niños apareciesen y matarlos con el gancho. En la realidad, se sospechaba que un portero llamado Andre Rand, que trabajaba en la escuela antes de que cerrara en 1987, secuestró a varios niños; fue declarado culpable del crimen en 1988 y 2004.
Slenderman
Slenderman es un personaje con tanta influencia, que llevó a unas adolescentes a cometer un terrible crimen.
Slenderman es un hombre alto, mide entre dos y cuatro metros, elegante, que lleva puesto un traje negro, con corbata negra y camisa blanca. Es un hombre sin rostro, éste dice que es totalmente blanco. Sus manos son largas y sus dedos también. En la espalda esconde unos tentáculos, seis para ser exactos, con los que ataca a sus víctimas. Slenderman solo acecha a niños y jóvenes y nadie lo puede ver porque es invisible y vive entre sombras.
Sus víctimas son niños y jóvenes que siempre están en sus tabletas, celulares o computadoras y que son fanáticos de las leyendas urbanas de terror creadas en internet. Son adictos a websites en los que se suben miles de historias de terror.
El chico perro
Tenemos que remontarnos a una ciudad llamada Quitman, en Arkansas Estados Unidos, en la década de 1950. El niño de una pareja, Gerald Bettis, era conocido por ser bastante cruel y divertirse con entretenimientos un tanto insólitos. Atrapaba animales callejeros, como perros y gatos, y los torturaba. Hasta los vecinos decían escuchar los aullidos de los pobres animales.
A medida que crecía, más cruel se volvía. Acabó encerrando a sus padres en el ático de la casa y cuando Gerald fue enviado a prisión y sus padres hubieron fallecido, la casa se puso en venta.
Todos los que vivieron en la casa contaban historias acerca de sucesos extraños como luces que se encendían y se apagaban, monedas flotando en el aire y hombres desconocidos que miraban por las ventanas y desaparecían.
Hanako-San
Nos trasladamos a Japón. La historia habla acerca de una niña de primaria que se suicidó tras sufrir bullying. Hanako-San aparece en el baño de las niñas si la convocas llamando a la puerta tres veces, diciendo ‘Hanako-San asobimashou, que significa” vamos a jugar, Hanako-San. Por lo general, tras oír un “hai” que quiere decir si, arrastrará a esa persona y la matará.
Polybius
Los jugadores de videojuegos antiguos hacían correr una historia acerca de un juego de arcade que funcionaba con monedas en los años 80 y que tuvo efectos extraños en sus jugadores. Viajamos hasta Portland. El juego, titulado Polybius, supuestamente provocó sentimientos de desorientación, amnesia, adicción al juego e incluso suicidio.
Se decía que la máquina estaba completamente pintada de negro, y se rumoreaba que hombres de aspecto serio solían visitar de cuando en cuando salas de juegos para recopilar información de la máquina antes de que desapareciera. Una de las historias hablaba de un niño de 12 años llamado Brian Mauro quien había enfermado durante un concurso de videojuegos de maratón de 28 horas en Portland en 1981.
Momo
Momo es una mujer de ojos desorbitados, fea sonrisa, pelo negro lacio y unas horribles garras negras, mandaba desagradables mensajes y así comenzaba el contacto con el usuario.
Todo comenzó en Facebook cuando un usuario compartió la horrible imagen de la mujer de ojos desorbitados con una descripción en la que aparecía un número telefónico con lada +81 (de Japón) y un mensaje en japonés que decía “La gente me llama L”. Dicen que el usuario pedía ayuda y tenía mucho miedo. Cuando el mensaje se hizo viral, la gente comenzó a añadir el número para hacer contacto con el número telefónico antes mencionado.
Cuando agregaban el número en WhatsApp aparecía la horrorosa imagen con el nickname de Momo. Decían los usuarios que si se aventuraban a guardar el número, éste era maldito y Momo era capaz de conversar con ellos en cualquier idioma. Sus pláticas no eran nada agradables.
Un usuario que cayó en el juego de Momo en WhatsApp comenzó una conversación repleta de insultos. Momo doxeó al usuario, le hizo saber que tenía todos sus datos y le comenzó a mandar imágenes desagradables, una de ellas, la foto de una niña muerta. La conversación subió de tono y Momo comenzó a mandar más imágenes de niños muertos y le dijo “¿crees que fue sabio que te metieras conmigo?
Finalmente le mandó la imagen de una muñeca, afirmando que se parecía a la muñeca de su hermana. La leyenda de Momo en WhatsApp comenzó a hacerse más viral y los usuarios comenzaron a plantear más retos, uno era escribirles a las tres de la mañana, la hora maldita, o no permitir que escribiera más de dos veces seguidas. Los niños y adolescentes comenzaron a aceptar algunos retos y algunos tuvieron desenlaces fatales.
El silbón
Hay una leyenda en Venezuela acerca de una figura conocida como “El Silbón”. Este personaje se describe generalmente como un hombre muy demacrado vestido con harapos de vaquero, con un sombrero de ala ancha que oculta su cara esquelética.
Deambula por el campo y los parches de arbustos por la noche, con los hombros caídos y la mirada hacia el suelo. Lleva una pesada bolsa llena de huesos y restos medio descompuestos sobre su espalda. Fiel a su nombre, la entidad silba continuamente una progresión de acordes que ascienden con cada nota.
También es antinaturalmente alto y fuerte (hay relatos que hablan de hasta seis metros de altura). Su origen no está claro, pero hay algunos cuentos que lo consideran un parricidio maldito. Cuando el sonido de su música baja y parece más distante, es que el Silbón está muy cerca.
La estatua del payaso
Hay una historia que relata que una niñera adolescente que cuidaba a dos niños pequeños llamó por teléfono a sus padres a última hora de la noche para pedirles permiso para cubrir la estatua de payaso de tamaño natural que se encontraba en la esquina del salón familiar.
“No es que no me guste”, dijo. “Simplemente me asusta. No puedo ver la televisión con esa cosa en la habitación”. Su reacción la asustó aún más. El padre le dijo: “Escúchame atentamente. Coge a los niños, sal de la casa y llama a la policía. ¡Ahora!”. “¿Qué problema hay?”, preguntó a continuación la chica. Su respuesta fue: “No tenemos ninguna estatua de payaso”.
The Licker
La historia cuenta que unos padres adoptaron un perro para que su hija adolescente se mantuviera entretenida. La joven amaba tanto al perro que lo dejaba dormir debajo de su cama, donde de vez en cuando le lamía los dedos cuando se agachaba.
Una noche, la niña se fue a la cama como de costumbre, diciéndole buenas noches a su perro mientras se acurrucaba en su cojín debajo de la cama. En algún momento de la noche se despertó, sobresaltada por un ruido que goteaba de algún lugar de la casa. Como cualquier persona racional, pensó que se habían dejado un grifo abierto y se levantó para cerrarlo.
Regresó, se recostó contra el colchón, dejando caer la mano para acariciar a su perro. Sintió el familiar y húmedo calor de su lengua contra sus dedos, pero el perro parecía más ansioso que de costumbre, lamiéndole con rapidez cada vez que su mano se deslizaba fuera de la cama. De repente, se dio cuenta de que podía oír el goteo de nuevo.
Una vez más, salió de la cama, fue al baño y tiró del grifo del fregadero con fuerza, a pesar de que no parecía haber agua. La niña regresó, volvió a meterse en la cama y dejó que su perro le lamiera la mano de nuevo.
Unos minutos más tarde, se dio cuenta de que volvía escuchar el goteo del agua. Se estaba volviendo loca. Sabía que los grifos en el baño estaban bien cerrados, así que, ¿qué diablos estaba causando el ruido? Levantándose, aguzó los oídos para identificar de dónde venía el sonido.
Entonces se dio cuenta: el goteo venía de dentro de su armario. La niña abrió la puerta, sin esperar ver nada. En cambio, se horrorizó al ver a su perro, colgando del cuello, con la garganta cortada y la sangre goteando al suelo. Había una nota alrededor de su cuello, con grandes letras impresas en ella, que decían: “Los humanos también pueden lamer”.
La llamada de la muerte
La llamada de la muerte es una leyenda urbana popular que todos hemos escuchado alguna vez y que ha sido un tema recurrente en el cine y la literatura. Aunque hay distintas variantes de la historia, la línea general es la misma en todas ellas: una persona recibe una llamada telefónica que acaba con su vida, bien de manera fulminante o bien transcurrido un intervalo de tiempo determinado.
Aunque pueda parecer increíble, esta leyenda tiene una base real y fue un fenómeno relativamente habitual, especialmente durante la década de los 80 en Estados Unidos.
En realidad no se trata de una llamada mortífera, sino que es el teléfono el que mata a la persona que lo coge por un paro cardíaco. Esto sucedía cuando caía un rayo en una zona cercana, que producía una potente descarga eléctrica que se transmitía a través del auricular descolgado hasta el cuerpo de la víctima, provocando un infarto.
De acuerdo con las autoridades que investigaron este tipo de casos en Estados Unidos, en 1985 este fenómeno causó la muerte al menos a cien personas.
La mujer de la curva
Cuenta la leyenda que un padre de familia volvía del trabajo a casa por la carretera. Era una noche lluviosa, el frío empañaba el parabrisas y el cansancio empujaba sus párpados hacia abajo. A medida que avanzaba por la carretera, las gotas golpeaban con más violencia los cristales de su coche, que perdía estabilidad en el serpenteante trazado del asfalto.
El hombre agudizó los sentidos y redujo la marcha. En ese mismo instante, los faros del vehículo iluminaron la figura de una chica que, empapada por la lluvia, esperaba inmóvil a que algún conductor se apiadara de ella y la llevara a su destino.
Sin dudarlo ni un momento, frenó en seco y la invitó a subir. Ella aceptó de inmediato, y mientras se sentaba en el lugar del copiloto, el chofer se fijó en su vestimenta. Llevaba un vestido blanco de algodón arrugado y manchado de barro. Por su pelo enmarañado, parecía que llevaba un buen rato esperando.
Reanudó el viaje y empezaron una distendida conversación en la que la chica esquivó en varias ocasiones la historia de cómo había llegado hasta aquel lugar. Hasta que llegó el momento idóneo. Con una voz fría y cortante, le pidió que redujera la velocidad hasta casi detener el vehículo. “Es una curva muy cerrada”, le advirtió.
El hombre siguió su consejo y, cuando vio lo peligroso que podría haber sido, le dio las gracias. Ella, con voz cortante y fría, le dijo: “No me lo agradezcas, es mi misión. En esa curva me maté yo hace más de 25 años. Era una noche como ésta.” Un escalofrío recorrió la espalda del hombre y erizó su piel. Cuando giró la vista hacia el copiloto, la joven ya no estaba. El asiento, sin embargo, seguía húmedo.
La casa de los espejos
Existe en Cádiz una casa antigua abandonada cerca de la Alameda, junto al mar, que según cuentan, está encantada. Allí vivía un capitán de barco con su mujer y su hija.
Debido a los continuos viajes de su padre, la niña le rogaba le trajese un espejo de cada uno de los sitios que visitase. Y éste, que sentía autentica adoración por su preciosa hija, así lo hacía. La madre, celosa ante la relación de ambos, decidió un día envenenar a su hija aprovechando la ausencia de su marido.
Cuando esté llegó con un nuevo espejo en la mano, su mujer le contó que su hija había caído gravemente enferma y había perdido la vida en muy pocos días. El padre desconsolado comenzó a romper todo lo que se encontraba en su camino, y cuando llego el turno de los espejos algo le frenó. Vio reflejada en ellos la muerte de su pequeña.
Su mujer confesó y fue encarcelada, donde murió repentina y misteriosamente días después. El marido abandono para siempre la casa.
Ahora, cuentan los habitantes de la zona que durante la noche suelen escucharse los lloros de la niña en el piso de arriba. Y son muchos los que aseguran haber visto el reflejo de la pequeña en los muchos espejos que aún se conservan intactos en la casa.
La Santa Compañía
Se trata de una historia supuestamente real que ha sido confirmada por numerosas personas en Galicia, Asturias y otras regiones del norte.
La Santa Compaña es una procesión de muertos que vagan por la noche en busca del alma de los vivos. Dicen los que la han visto, que es liderada por un mortal (una persona viva) que lleva consigo una cruz mientras camina como sonámbulo.
Esta persona no recuerda nada al día siguiente pero su vida se va consumiendo mucho más rápido que la del resto. Solo si durante la “romería” encuentran a otra persona viva capaz de verlos, podrá cambiar su puesto por el de él librándose de la maldición.
El resto de miembros de la procesión son muertos encapuchados que caminan emitiendo rezos y portando una vela para entregar en aquellas casas en las que viven personas moribundas que van a fallecer en un corto periodo de tiempo. Una vez te entregan la vela, ya no hay marcha atrás.
El incidente del Paso Diatlov
Una de las leyendas reales más famosas es el incidente del Paso Diatlov. Este suceso tuvo lugar la madrugada del 2 de febrero de 1959 en los Montes Urales, en un área ubicada entre la República de Komi y el óblast de Sverdlovsk (Rusia) conocida como Kholat Syakhl, que en mansi significa Montaña Muerta.
De acuerdo con las crónicas de la época, nueve aficionados al esquí y un guía que se dirigían hacia el monte Otorten acamparon en la zona y fallecieron en extrañas circunstancias. Los investigadores señalaron que la tienda de campaña había sido rajada desde el interior por los excursionistas, que salieron descalzos y con poca ropa al exterior, donde había una temperatura de entre -15 y -20°C. Algunos de ellos habían intentado trepar por un árbol.
Además, los cadáveres mostraban signos de lucha. Dos de ellos tenían el cráneo fracturado y dos costillas rotas, a otro de ellos le faltaba parte de la cara, otro tenía el cuello roto y carecía de lengua, y otras fracturas en el pecho y le faltaban varios dientes.
Cuatro de los cuerpos tenían altos niveles de radiación, según documentos posteriores. No tenían muchas heridas externas, pero sí muchas internas, como si hubiesen sido impactados por un alto nivel de presión.
Los investigadores no fueron capaces de determinar qué había ocasionado la muerte de los esquiadores y la atribuyeron a “una fuerza desconocida e insuperable”. El sumario de la investigación permaneció en un archivo secreto hasta los años 90, cuando fue hecho público con algunas páginas perdidas.
El acceso al lugar permaneció cerrado durante tres años y posteriormente pasó a llamarse Paso Diatlov en honor al líder de la expedición, Igor Diatlov, de 23 años. El incidente ha sido llevado al cine en varias ocasiones y ha protagonizado diversos documentales y libros.